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Mostrando entradas de agosto, 2010

Que llueva, que llueva...

Se largó no mas... La lluvia me da ganas de cosas diversas... lejos, muy lejos de querer estar aquí sentada en una oficina micro centrista frente a una computadora "trabajando" (si es que así le podemos llamar hoy a mis tareas de martes). Imaginemos un poco: Casita calentita, con aroma impregnado a desayuno tomado hace poquitito... un gato durmiendo cerca, ronroneando (pienso en Fellini)... luminosidad tenue, lluvia golpeteando el techo sonando lindo como suena la lluvia cuando suena lindo... la vestimenta suavecita... medias, pantuflas gordas... Si quieren, estufa, pero que sea una a leña de esas que dejan perfume a roble o pino por todos lados... una ventana cerca, con cortinas lindas, sillón con colcha de colores y música suave de fondo... el resto, para seguir imaginando. Los que quieran estar solos, pueden armarse la imagen mental solos, los que no, pueden sumarle alguna persona querida a la imagen... todavía no son las doce del mediodía así que se puede seguir modorrean

Minimeses del desayuno

Hoy es una de esas mañanas en donde, elegir entre galletitas de agua o preparar tostadas (obviamente para acompañar el café con leche) no es una tarea simple...

Pastillas para la tos

Anoche, antes de volver a casa, no tuve peor idea que entrar a una de estas farmacias que hay en el centro (muchas y por todos lados) a comprar pastillas para la tos. Léase “farmacias que hay en el centro” a estas seudo farmacias en donde uno puede ir a comprar todo tipo de chucherias (generalmente femeninas) y salir contento habiendo gastado una módica suma de dinero luego de haber comprado cosas innecesarias que en el momento de meterlas en la canastita, parecen indispensables. Ahí estaba yo, ya con unos 3 productos innecesarios en la mano, enfrente a la góndola de los productos para la tos. Antes de eso, pensaba que era una tarea simple: Vas, agarras un paquetito de pastillas (que diga que son para la tos) y listo. Pero no, en la góndola en cuestión había tal variedad de pastillas y jarabes para la tos que la cosa se complico. Así que me tome todo el trabajo que la tarea se merecía, y con muchísima paciencia, empecé a leer una por una cada cajita, ver las marcas, los remedios que la

Abrazos Gratis

Fue ayer a la tarde cuando, caminando de regreso después de mi día laboral, disfrutando del inicio del final del día, en la esquina de la Av. Corrientes y Florida, vi que estaban algunos de los chicos del grupo “ Abrazos gratis ”. Probablemente, algunos de ustedes no tengan la mas mínima idea de lo que eso es, así que les cuento: “ Abrazos gratis ” es un grupo de personas que con cartelitos muy coloridos, anda regalando abrazos a las personas que andan por la calle. Así de simple, se toman un rato de sus vidas para ir a regalar abrazos por doquier sin importar sexo, color, raza, edad o religión. Ya me los había topado un domingo por Recoleta, hace tiempo atrás. Como no tenia nada mejor que hacer (ese domingo en Recoleta) me quede un rato bastante largo observándolos. Era bastante gracioso ver las caras de las personas que se iban acercando a los abrasadores. Algunos ponian cara de asombro, otros se hacian los zonzos para no ligar un abrazo de sopetón, otros se ponían colorados tirando
Hace 5 años escribí lo que a continuación comparto. Si hoy hubiera escrito algo, seria esto: Es de noche. Por las calles de Don Bosco solo hay soledad y silencio, nada pasa, nada cambio en veinte años, no hay nadie mas que yo. Llego a casa. No entro. Me siento en la entrada mirando al cielo como lo hacia de chica, cuando esa casa no era la casa en donde vivía, cuando yo solo era una visita. La luna finita como un destello de luz es inmensa y lejana.A lo lejos, viene un auto. Rompe el silencio al pasar junto a mí. Me recuerda el sonido de otras noches. Un auto que pasa, y siempre sigue hasta desaparecer.Por momentos siento que estoy esperando que alguien llegue pero nadie llega. Y siento los bullicios del pasado detrás de la puerta de calle. Cierro los ojos y te escucho cantar esa canción en italiano que tanto te gustaba. Me abrazo despacio con la mente y siento como si aun estuvieras conmigo. Pero ya no estas… ¿Cómo pudiste irte tan rápido? Y yo con tantas cosas por decir. Nunca te dij