Ir al contenido principal

Hace 5 años escribí lo que a continuación comparto. Si hoy hubiera escrito algo, seria esto:

Es de noche. Por las calles de Don Bosco solo hay soledad y silencio, nada pasa, nada cambio en veinte años, no hay nadie mas que yo.

Llego a casa. No entro. Me siento en la entrada mirando al cielo como lo hacia de chica, cuando esa casa no era la casa en donde vivía, cuando yo solo era una visita. La luna finita como un destello de luz es inmensa y lejana.A lo lejos, viene un auto. Rompe el silencio al pasar junto a mí. Me recuerda el sonido de otras noches. Un auto que pasa, y siempre sigue hasta desaparecer.Por momentos siento que estoy esperando que alguien llegue pero nadie llega. Y siento los bullicios del pasado detrás de la puerta de calle. Cierro los ojos y te escucho cantar esa canción en italiano que tanto te gustaba. Me abrazo despacio con la mente y siento como si aun estuvieras conmigo. Pero ya no estas…

¿Cómo pudiste irte tan rápido? Y yo con tantas cosas por decir.

Nunca te dije lo tanto que agradezco el que me hayas hecho tu hija, ni tampoco te dije lo mucho que te quiero, lo orgullosa que me sentía al caminar a tu lado, ni la infinidad de veces que hubiera querido irme con vos. Nunca te pedí perdón por mis ausencias, ni por no contarte demasiado. Nunca lloré delante de ti pero no por vergüenza sino para que no sufrieras por mi. Nunca te agradecí el haberme enseñado lo que es el amor incondicional, ni siquiera supiste que yo sabia, y no me anime a decírtelo.

Ahora que no estas, tengo todo esto aquí dentro, pendiente, enardecido por los años.Hoy pensaba que no hay peor cosa que quedarse con las palabras guardadas. Quedarse con la duda de las cosas…

Los años no curan los errores ni la vida. Los años no borran amores, ni dolores, ni recuerdos a menos que uno quiera que así suceda.

¿Por qué no decir te quiero? ¿Por qué la muerte casi siempre llega antes que uno deje de lado los perjuicios y abra se alma para dejar salir toda la magia de los sentimientos? ¿Cuántos debemos perder para aprender?

Hoy te extraño. Hoy necesito tus ojos azules, profundos e inmensos como el océano, mirarme con grandeza y amor, con aceptación y valor. Tus manos abrasadoras, tu silencio lejano, tus pasos lentos, tus ganas de vivir, tu pasión por las mínimas cosas que encierran la grandeza de la vida en ellas y solo vos pudiste enseñarme a verlas.

Nunca te hable de mi cariño sin tercerizarlo, ni te dije que sin vos el brillo se opacaba y mis días se hacían largos como meses, y que esperaba el verte para poder sentarme a tu lado y apoyar mi cabecita en tus piernas para que me acaricies el pelo y me cantes o me cuentes lo que te había sucedido en esos días, y esperaba mi turno para contarte las tantas cosas que había hecho para que me sonrías grande y feliz dándome con ese gesto tu aceptación y tu orgullo. Nunca te dije todas las cosas, nunca te deje entrar en mi alma… quizás, aun no sabia que era eso… o que era el amor… o como podía compartir con vos mi vida cuando sentía que no era merecedora de tanto amor.

Hoy me arrepiento de haber actuado así. Hoy me siento más segura que nunca de lo importante y especial que eras, pero ya no te tengo aquí para decirte estas cosas. Y mi miedo mas terrible que me congela y me desarma, es que hayas creído que en realidad no te quería.

YC- Abril 2005