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La tormenta

Y en el silencio, escuche al viento.
Se avecinaba una lluvia
Intensa, oscura…
No me lo decía el cielo,
Ni las nubes que se avecinaban.
Fue el viento, y su aroma denso,
Ese aroma que encierra verdades invisibles,
Verdades que muchos no quieren ver,
ni sentir, ni nada…

Cerré los ojos para prestar más atención,
y escuche un llanto.
No era el mío.

Cayeron las primeras gotas,
pronto llegaría el otoño.
Aun con los ojos cerrados seguí prestando atención.
Cada gota que me golpeaba traía encerrada una lagrima.
Era la de algún llanto perdido.
No era el mío.

Abrí los ojos igual
porque no quería perderme de nada.
Ahí fue cuando vi el cielo,
y la oscuridad me abrazo en la tarde.
Pronto llegaría el otoño.
¿Porque lloraba el cielo entonces?
¿Por qué sentí ese llanto tan temprano?
¿Por qué me quede quieta bajo la lluvia?

Comencé a caminar despacio
El camino de vuelta a casa.
Y mientras los árboles danzaban,
mientras todo se volvía terriblemente triste
me sentí feliz por ese llanto.
No era el mío

YC 07032009

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