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Buenos Aires II – La leyenda de Luz María García Velloso - La Dama de Blanco

Luz María García VellosoSiguiendo con las historias que viven en Buenos Aires, acá les cuento otra:

Luz María García Velloso era hija del dramaturgo Enrique García Velloso. Murió de leucemia cuando tenía 15 años, en 1925. En el cementerio de la Recoleta, a la derecha de la avenida principal se encuentra su escultura, de tamaño natural y muy hermosa. Se la puede ver dormida en su lecho bajo un crucifijo. Su madre, deprimida después de la muerte de la hija, obtuvo permiso especial para permanecer junto a esta tumba por las noches. Durmió durante meses a los pies de la imagen, en un pequeño espacio detrás de las rejas.

A Luz María se le atribuye el protagonismo de una de las leyendas urbanas más populares, llamada “La Dama de Blanco”.

Todo comienza en la esquina de Vicente López y Azcuénaga, tras el cementerio de la Recoleta. Allí es donde comenzó la historia de amor y locura de un hombre hijo de la aristocracia porteña, en 1930. Cuenta la leyenda que una noche de viernes, el muchacho vio sentada en esta esquina a una dama de vestido largo y blanco, llorando desconsolada. Con palabras suaves la sedujo, consiguió que ella le mostrara una encantadora sonrisa y finalmente la invitó a la fiesta hacia la que él iba, en la calle Alvear. Entrada la noche, ya terminada la velada, el la invitó a caminar. Como la noche estaba fría, el muchacho cubrió los hombros de la joven con su saco para protegerla. Ya cerca de donde se habían conocido, poco antes de la salida del sol y sin aviso, ella corrió hacia el cementerio, desapareciendo en la oscuridad. Llevaba aun el saco de él en los hombros.

El la persiguió por los laberintos del Recoleta sin suerte. Sólo encontró el abrigo, abandonada sobre una tumba. Al levantarlo, en la lápida pudo leer el nombre de su amada.

La historia de la dama de blanco es la leyenda urbana más repetida entre argentinos. El núcleo siempre es el mismo, sólo varían los objetos que quedan allí sobre la tumba y el lugar del encuentro. Otras versiones cuentan que el la llevo (finalizada la velada) hacia la puerta de su casa, y al día siguiente, cuando intenta recuperar el saco prestado, es cuando se entera por medio de la madre de la joven que la misma había fallecido unos años atrás. Tras la desesperación del joven, quien aseguraba que eso no podía ser posible puesto que el había estado la noche anterior con ella, la madre de Luz Maria lo lleva al cementerio para mostrarle su lapida, y ahí es donde encuentra el saco que el le había prestado. También hay una versión que habla de una mancha de café sobre el saco, y que el mismo, al ser encontrado, contaba con esta mancha que había sido provocado por la joven... Así, son infinitas las versiones.

El único consejo que siempre se repite, sin modificación alguna es: Si ven una joven hermosa llorando en la esquina de Vicente López y Azcuénaga, y la misma tiene puesto un vestido largo color blanco, sigan de largo y no paren a consolarla, ya que posiblemente, sea “La dama de blanco”.