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Regalo sorpresa

El sábado fui cómplice de todos los preparativos de un regalo sorpresa y su llevado a cabo. Usando una excusa falsa (la mentira era ir a ver una película) terminamos secuestrando a una persona para llevarla a un recital/show (no importa de quien porque eso no viene al caso) lo que si es importante es saber que el secuestrado es fanático/a del cantante en cuestión al que fuimos a ver.

Imagínense la cara de sorpresa, de asombro y alegría del agasajado. Ojos vidriosos y sonrisa feliz. Velada exitosa al 100 %.

Me queda una reflexión colgada aquí en el tintero:
Para poder llevar a cabo esta sorpresa, se necesito el uso de la mentira y el encubrimiento. Dos cosas espantosas en si. Ahora, si son utilizadas para un fin noble, son validas. ¿Son validas? O hubiera sido mejor no utilizar ninguna de esas artimañas y solamente decir: - Vení, tengo una sorpresa para vos...- y sin la utilización de ninguna de estas cosas detestables, probablemente la sorpresa hubiera tenido el mismo efecto.

A que quiero llegar con todo esto:
Que siempre hay una segunda opción, siempre hay otro comino de resolver las cosas. Que lamentablemente, la mentira esta tan instalada en el mundo que ya es utilizada hasta para fines nobles... Pero no deja de ser una mentira y eso hace que todo pierda un poco de valor.

En fin... solo es mi punto de vista.