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Una mirada de otoño tardío

nubes
Observaba detenidamente la ventanilla sucia de colectivo 45. Me di cuenta como, en segundos, una simple ventanilla puede convertirse en una imagen bella que muta en miles de imágenes bellas.

Mañana fría y gris en Buenos Aires, lluviosa. El viento haciendo de las suyas...
Me preguntaba ¿dónde habrá encallado la primavera este año? Aun no siento que haya venido por aquí. Hay como un otoño constante, lleno de narices irritadas y zapatos sucios de barro. Un exceso de charcos y baldosas rotas en la ciudad.
Aun así, no reniego de la lluvia, ni del frío. Aunque me gustaría ver asomarse el sol.

Últimamente, se viene citando al gris en demasiadas oportunidades. O yo creo escucharlo. "...El gris que todo lo entristece, el gris de la nostalgia. El gris de los recuerdos..." Ayer pensaba que el gris es un color triste. Después pensé que si es un color, no debería serlo. Seguramente, hoy lo pienso así. Será que mi estado de animo se pinta de gris. Siempre creí que los colores estaban llenos de magia, de sorpresa, de belleza. Hoy, mi gris, solo tiene desolación y frío. Casi tanto como la ventanilla, y el cielo...

Seguí mirando por la ventanilla. No había muchos autos... Ya caía el sol y la tarde se tornaba noctámbula. Algunas luces ya comenzaban a encenderse. La gente comenzaba a refugiarse bajo los techos. La lluvia comenzaba a ser mas intensa. Yo pensaba el porque de no haber salido con el paraguas hoy siendo que muchas veces lo llevo conmigo de gusto. Suele suceder, pensé, y me reí. Para cuando llegue a destino, la lluvia estará en toda su plenitud. Cinco cuadritas saltando charcos. En días así, me encanta mirar como cae la lluvia a través de la luz...

YC 2007

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Yas